“Señor presidente del Consejo de Ministros, voy a hablar cuando los silbidos se calmen. La única forma de entendernos es en diálogo sincero y calma”, inició su mensaje la jefa de Estado desde un estrado en el centro de la localidad donde se congregó un centenar de personas.
Boluarte Zegarra llegó hasta Pichanaqui para inaugurar un puente que conectará a los pueblos de esta localidad. Según dijo, el alcalde de Pichanaqui hizo el pedido a la mandataria hace unos meses durante su viaje a Lima.
Pese a su enérgico tono de voz, algunos gritos y silbidos no cesaban, incluso desde la parte de atrás, pobladores lanzaban piedras contra el toldo. El personal de seguridad estuvo en todo momento atento a que la presidenta no reciba alguna pedrada o el impacto de algún otro objeto.
“He venido al corazón del VRAEM, a decirles a nuestros hermanos y hermanas de Pichanaqui, de la Selva Central, que no hay tiempo para los miedos, hay tiempo para trabajar, para unirnos, para fortalecernos, para buscar el desarrollo de nuestra querida Selva Central”, señaló.
La mandataria no pasó por alto los intentos de agresión: “El gobernador dijo: ‘trabajemos sin odios, sin resentimientos’, pero acá están lanzando piedras. Estos señores que están atrás, que vengan y que den la cara. ¿Quiénes son? Acá estamos firmes, fuertes, con el corazón que palpita en la Selva Central”, mencionó.
“Acá tienen una presidenta comprometida con el Perú profundo, comprometida con el Perú. No le tengo miedo a nadie, ni siquiera a la propia muerte, si es que tengo que trabajar por mi querida patria”, agregó Dina Boluarte.
Entre las diferentes frases que los pobladores vociferaban contra la mandataria se oía decir “¡Dina asesina!”, en referencia a las más de 60 muertes que dejaron las protestas antigubernamentales seguido de la represión policial y militar que suscitaron en diferentes puntos del país desde diciembre pasado.
Con información de Infobae