El director destacó la buena coordinación entre el equipo directivo del colegio y las empresas encargadas de la ejecución y supervisión de la obra. A pesar de algunos pequeños inconvenientes relacionados con la delimitación de propiedades vecinas, estos se han resuelto rápidamente, permitiendo que el proyecto avance sin retrasos significativos.
El director también explicó la situación con los sindicatos de construcción en el proyecto. Torres subrayó que, aunque ha habido algunas tensiones menores, se ha logrado mantener un ambiente de cooperación y entendimiento mutuo. La prioridad ha sido evitar cualquier paralización del proyecto que pueda afectar negativamente a los padres de familia y a los más de 2,100 estudiantes del colegio. Cada día de retraso, explicó, representa un costo significativo para las familias.
Respecto a la ubicación temporal de los estudiantes, Torres mencionó que las clases se están llevando a cabo en un local alquilado, perteneciente a la Universidad Alas Peruanas. A pesar de algunas dificultades logísticas, como problemas con el servicio de agua y energía, y preocupaciones sobre la seguridad del área, la comunidad educativa ha mostrado comprensión y apoyo.
El director agradeció a los maestros, estudiantes y padres de familia por su paciencia y colaboración durante este período de transición. Reconoció los sacrificios realizados por todos y reiteró el compromiso de concluir el proyecto dentro del plazo estipulado. La comunicación constante y fluida con las empresas encargadas ha sido clave para mantener el progreso y resolver cualquier problema de manera eficiente.
Finalmente, Torres hizo un llamado a los padres de familia para que continúen apoyando el proyecto y aseguró que, si no surgen imprevistos, la nueva infraestructura estará lista para ser inaugurada el próximo año, brindando a los estudiantes un ambiente educativo mejorado y seguro.
