Redacción Ítalo Vásquez colaborador de Radio Marañón
Dicen que donde hay poca justicia es un peligro tener razón, Milagritos Lalangui Guerrero una adolescente con un futuro prominente, se fue de este mundo, tal vez con mucha razón y sin nada de justicia. Cuando decimos justicia, es que para ella nada estuvo de su parte, a pesar de ser menor, a pesar de ser mujer, nadie hizo algo por ayudarla, ni el Ministerio de la Mujer, ni el de Justicia, menos la sociedad, porque muchos la han juzgado.
Milagritos hace unos meses dijo haber sido violada sexualmente por el comunicador Cristian Cajo, sus testimonios eran aterradores cuando contaba cómo fue violentada, tras ser llevada a la ciudad de Jaén donde habría ocurrido el repudiable acto.
La menor, vivía momentos tan difíciles, momentos que ningún padre o madre quisiera estar en el lugar de sus progenitores, sus versiones eran tan contundentes, pero esto no le fue suficiente a nuestras autoridades que administran justicia para determinar culpabilidad o no del acusado.
Su padre, y un grupo de familiares en su momento salieron por las calles a exigir justicia, sin embargo no pudieron hacer mucho, el letargo de algunos jueces y fiscales en nuestro país es inmensamente lento y poco claro.
La denuncia se hizo a la fiscalía quienes ya habrían formalizado la investigación, esta vez ante un juez de la ciudad de Jaén, por algunas cosas raras de hacer justicia, el caso no se llevó en San Ignacio y como en el Perú y en todas partes es dime cuánto tienes y tu proceso avanza, pues Milagros de condición muy humilde no pudo revertir esto; el proceso iba muy lento, tan lento que la supuesta víctima decidió quitarse la vida y hoy deja a su familia aterrada y clamando que en memoria de su hija se haga justicia.
El último sábado, Milagritos tomó la fatal decisión de quitarse la vida en su domicilio, la hoy fallecida habría ingerido una sustancia tóxica que no dio la menor chance a su familia para salvarle la vida, tan pronto tomó,falleció.
Las causas de su muerte deberán ser investigadas, lo que sí podemos afirmar es que sus familiares manifestaron que se quedó con el trauma del caso de violación que se viene investigando y que mucha gente la molestaba, incluso se burlaban de lo que le había pasado, hecho que la deprimía mucho más.
Milagritos se va de este mundo sin encontrar justicia, con la indiferencia de las autoridades, y de mucha gente, ojalá esta indiferencia no nos toque en algún momento.
A las autoridades, está claro que su lentitud, inoperancia, es la desgracia, desdicha e impotencia de mucha gente humilde que sólo pide justicia.
Hasta siempre Milagritos, Dios te acoja en su gloria.