Papa Francisco falleció a los 88 años, dejando un legado de servicio y transformación en la Iglesia

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El Papa Francisco falleció a los 88 años este lunes, según informó el Vaticano a través del cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Sede. El pontífice, quien dedicó décadas a la Iglesia católica con un enfoque centrado en los más necesitados, falleció a las 7:35 a. m. El cardenal Farrell, en un comunicado oficial, expresó su profundo pesar al anunciar el deceso del Santo Padre: «Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro santo padre Francisco», indicó.

Su partida sorprendió a muchos, especialmente luego de su aparición pública un día antes durante la celebración de Pascua, en la que ofreció la tradicional bendición desde el balcón de la basílica de San Pedro, tras haber sido dado de alta recientemente. En sus palabras finales, el Papa Francisco reafirmó su llamado a la unidad y la compasión, dejando un mensaje de esperanza en tiempos de división.

A lo largo de su papado, Francisco fue reconocido por su cercanía con los pobres, su firme defensa del medioambiente y su enfoque renovador en los temas sociales y eclesiásticos. El legado espiritual del Papa Francisco será recordado por su valentía al transformar la Iglesia y su amor universal, especialmente hacia los marginados. La Santa Sede aún no ha brindado detalles adicionales sobre las causas de su fallecimiento.

El padre Evaristo Odar, vicario del Vicariato “San Francisco Javier” y superior de los Jesuitas en Jaén, destacó el mensaje de fe y humanidad que dejó el papa Francisco como el primer pontífice jesuita. Afirmó que su liderazgo fue un llamado a mirar la fragilidad del ser humano con esperanza, y a construir juntos un camino de conversión, diálogo y redención.

Desde la perspectiva jesuita, la elección del Papa fue una sorpresa que se convirtió en compromiso: acompañar su mensaje, estar más cerca de los más vulnerables y dar testimonio con mayor fuerza. “El papa Francisco no fue un papa de élites, sino de todos: jóvenes, presos, familias, pueblos indígenas y más”, recordó.

Ante la próxima elección de un nuevo líder para la Iglesia, el padre Evaristo señaló que confía en que el proceso será guiado por el Espíritu, para seguir respondiendo con fe a los desafíos del mundo.

El clero del Vicariato participa esta semana en un retiro espiritual en Chiclayo, en un contexto de oración y reflexión por el futuro de la Iglesia, acotó.

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