La intervención aérea, uno de los elementos clave para combatir incendios en zonas inaccesibles, ha sido limitada debido a la falta de visibilidad y a la complejidad del terreno. Según el reporte de las autoridades, un helicóptero de la FAP realizó una descarga en El Porvenir, pero las condiciones inseguras provocadas por la presencia de cables de alta tensión y la necesidad de abastecerse de agua desde una laguna no adecuada complicaron las operaciones.
Hasta el momento, se han logrado controlar algunos incendios en localidades como Las Piñas, Atumpampa y San Patricio, pero otros sectores, como Progreso, El Porvenir y Laguna, siguen activos. La topografía montañosa de la región y las condiciones meteorológicas han dificultado tanto el avance de los equipos en tierra como las descargas aéreas, lo que ha obligado a las autoridades a buscar alternativas para combatir el fuego.
La evaluación de los daños sigue en curso, pero las primeras cifras indican que alrededor de 485 hectáreas de bosques han sido destruidas, junto con importantes cultivos de plátano, caña de azúcar y café. Las autoridades locales trabajan en conjunto con especialistas para determinar el impacto total, y han reportado también la destrucción de dos viviendas utilizadas por los agricultores para almacenar granos.
A lo largo de la semana, la lluvia ligera en la región ha ayudado a disminuir la intensidad del fuego en algunas áreas, pero la amenaza persiste. Misahuamán destacó el esfuerzo conjunto entre la población organizada, los gobiernos locales y las brigadas especializadas, quienes han intervenido de manera rápida en zonas críticas como El Porvenir y Progreso.
Aunque la estrategia aérea sigue siendo vital para alcanzar las áreas más inaccesibles, las brigadas en tierra continúan siendo esenciales para controlar los incendios a nivel de raíz y tronco. Las autoridades confían en que, con el apoyo de la Fuerza Aérea, las condiciones mejoren en los próximos días y se logre contener definitivamente el fuego en las zonas más afectadas.