Según contó el director del Proyecto de Investigación de la Cuenca de Chirinos (PICCHI), Feren Castillo, a la Agencia Andina, estas piezas se encontraban debajo de una espesa vegetación.
Se trataría de pequeñas aldeas que recién se están asentando y donde vivía gente sedentaria de la acuicultura, y que tenía una fuente de agua próxima en el río Chirinos, donde en la actualidad se practica la pesca.