Puno: necropsias confirman que 17 civiles murieron a balazos en Juliaca
La familia del estudiante Roger Cayo Sacaca, de 22 años, pidió a los médicos legistas que no buscaran el proyectil que había ingresado por un ojo de la víctima y se introdujo en el cerebro, quitándole la vida. La extracción de la bala cambiaría la fisonomía de su rostro, y lo querían recordar cuando lo vieron por última vez. Los médicos legistas respetaron la decisión de los Cayo Sacaca.