La federación de rondas campesinas del distrito de Namballe, provincial de San Ignacio y regional de Cajamarca, acordaron una reunión de coordinación para tomar acuerdos en torno a tres temas: rechazo a la minería ilegal, criminalización de las rondas y pedido de cambio de efectivos de la policía de la comisaría local.
Antes del mediodía, mientras las rondas campesinas realizaban su reunión, llegaron un nutrido grupo de personas afines a la minería ilegal provenientes de diferentes comunidades de Namballe y San Ignacio, haciéndose pasar como moradores de la localidad.
Portaban carteles y lanzaban frases de amenaza contra la organización rondera por su defensa del territorio, mostrando su clara incomodidad ya que las rondas campesinas han salido al frente para rechazar la minería ilegal ante la ausencia del estado a través de instituciones que deberían controlar dicha actividad ilícita.
“Aquí mueren ronderos”, frases como esas, lanzaron los defensores de la minería ilegal en la frontera, ello para intimidar a los hombres y mujeres de las rondas campesinas y no permitir que se realizara la movilización prevista.
Radio Marañón pudo corroborar a través de las imágenes registradas en el lugar este día, que varios de los asistentes estuvieron en intervenciones pasadas, precisamente en apoyo de la actividad minera ilegal, como “jamcheros”, personas que lavan el mineral contratados por mineros, tras la remoción de material de la maquinaria pesada en orillas de los ríos.
Nuestro equipo de prensa, advirtió que en la movilización al caserío Moreros el pasado 2 de marzo, la policía impidió las constataciones de las excavadoras y maquinaria para la minería y ahora la misma policía, presuntamente recibe el apoyo de los mineros para evitar movilización en rechazo del comisario local.
Es tan fuerte la presencia de la actividad de minería ilegal con el paso de los meses, que incluso la información que sale de la zona a través de algunos medios, lleva otra narrativa, que busca desprestigiar a las rondas campesinas con presencia en el país por casi 50 años.
La policía, que desplazó un contingente desde San Ignacio y Jaén, aunque tardó, llegó al lugar para cumplir su rol, ante la presencia del grupo de personas que buscaban generar un enfrentamiento.