En esa línea, Gago apuntó que para monitorear las condiciones del mar se hará uso del nuevo sistema de vigilancia Naylamp II. Este está conformado por dos boyas, equipos valorizados en un millón de soles cada uno y ubicados a la altura de Piura y Tumbes, que permitirán conocer en tiempo real el arribo de las ondas Kelvin a la zona norte del Perú.
«Las ondas Kelvin parten desde Australia y traen agua caliente (…) En el mes de octubre se ha generado una, está viajando y se estima que llegue entre diciembre y enero a nuestras costas (…) Si el anticiclón sigue fuerte será posible menguar los efectos de la onda. Nosotros debemos saber que tan profunda viene (esta onda Kelvin) ya que mientras más profunda menos es la capacidad (del anticiclón) de reducirla», comentó.
Por otro lado, Gago detalló que tras la reactivación de las boyas se logrará cubrir una brecha de información en el Pacífico, que no era coberturado por los equipos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos. Estos equipos son los únicos con los que cuenta el país a lo largo de todo el litoral.
Con redacción de La República