La ivermectina es un fármaco de bajo costo contra los parásitos que se utiliza en numerosos países, sobre todo de América Latina, en personas infectadas por el coronavirus SARS-CoV-2, a pesar de que su eficacia para esta enfermedad no ha sido validada por estudios médicos.
En América Latina circula la idea de que administrada en los primeros días desde la aparición de los síntomas puede prevenir que la enfermedad se vuelva grave. También se le atribuyen supuestos efectos profilácticos.
La OMS afirma en una guía sobre terapias contra la covid-19, publicada hoy, que la ivermectina debe ser únicamente utilizada en el contexto de ensayos clínicos.
«La recomendación de usar un medicamento únicamente en el marco de un ensayo clínico es apropiado cuando hay escasa evidencia que ofrezca certidumbre», explica la Organización.
En su guía explica que de los ensayos se ha extraído escasa evidencia de que la ivermectina tenga un efecto beneficioso en los resultados obtenidos en términos de mortalidad, ventilación mecánica, admisión hospitalaria, duración de la hospitalización y descarga viral.
Los expertos que analizaron esta cuestión han determinado que el hecho de que un medicamento sea barato y esté ampliamente disponible no justifica que se utilice si su beneficio sigues sin estar claro.
Los únicos medicamentos que la OMS ha dado por buenos para pacientes hospitalizados y con síntomas severos de covid-19 son los corticoesteroides, en particular la dexametasona, un producto que también es de bajo precio.