Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero demostrando que siempre el amor puede más que la muerte. Ellos son reflejo de la Trinidad y modelo de toda familia.
La fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra dentro de la Octava de Navidad, es una celebración que motiva a profundizar en el amor familiar, examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden al papá, la mamá y los hijos a ser cada vez más como la Familia de Nazaret.
La vida familiar no puede reducirse a los problemas de pareja, dejando de lado los valores trascendentes, ya que la familia es signo del diálogo Dios – hombre. Padres e hijos deben estar abiertos a la Palabra y a la escucha, sin olvidar la importancia de la oración familiar que une con fuerza a los integrantes de la familia.
San Juan Pablo II recomendaba mucho el rezo del Santo Rosario dentro de las familias y tenía muy presente aquella frase que dice: “la familia que reza unida, permanece unida”.
PAPA FRANCISCO ORÓ POR LAS FAMILIAS
Después de dirigir el rezo del Ángelus este domingo 27 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Francisco rezó por las familias que han perdido un ser querido o han sido más afectadas por las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
“Mi pensamiento se dirige en particular a las familias que en los últimos meses han perdido a un familiar o han sido afectadas por las consecuencias de la pandemia. Pienso también en los médicos, enfermeros y todo el personal sanitario cuyo gran compromiso al frente de la lucha contra la propagación del virus ha tenido repercusiones importantes en la vida familiar”, dijo el Papa en la biblioteca del palacio apostólico.
En esta línea, el Santo Padre encomendó también al Señor a “todas las familias, especialmente las más afectadas por las dificultades de la vida y por las llagas de la incomprensión y de la división”.
Redacción: aciprensa