La obstetra Rachel Huamán, encargada del Centro de Salud, nos recibe con una mirada preocupada. “No damos abasto para atender a todos los pacientes,” nos confiesa. La falta de personal médico es evidente y las consecuencias se agravan debido a la ubicación geográfica de Chamaya. Los accidentes son frecuentes y el centro no cuenta con los implementos necesarios para emergencias.
Por su parte, la licenciada en enfermería Ana Callo resalta otro problema crítico: el acceso al agua potable. “Es fundamental que las autoridades gestionen el suministro de agua para todo Chamaya,” declara. La falta de agua segura ha llevado a las familias a almacenar agua en envases sin tapa durante 10 a 15 días, lo que ha disparado la incidencia de enfermedades.
El panorama es desolador en el Centro de Salud de Chamaya. La combinación de la falta de personal médico, equipamiento para emergencias y acceso a agua potable crea un entorno insostenible para la salud pública. Huamán y Callo hacen un llamado desesperado a las autoridades locales y regionales para que tomen medidas inmediatas.