España celebró en la calle la medida, que supuso también la caída en muchas regiones del toque de queda imperante durante meses, en un país conocido por su agitada vida nocturna y sus horarios tardíos.
Gritos, aplausos, música e incluso algún petardo estallaron en el barrio marítimo de Barcelona a la medianoche y cientos de jóvenes salieron con dirección a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente al covid.
“Parece fin de año”, decía atónito Oriol Corbella, de 28 años, quien había salido a pasear con su pareja por la noche.
Salvo en Navidad, donde las restricciones se suavizaron durante algunos días para permitir las reuniones familiares, los españoles no habían podido abandonar sus regiones desde el inicio del estado de alarma a finales de octubre.
Con casi 79.000 fallecidos y 3,5 millones de contagios, España fue uno de los países más golpeados por el virus en Europa, un continente que sigue avanzando en el desconfinamiento.
Con información de La República