«Nuestros pueblos están afrontando un problema muy grave, donde debemos tomar la decisión de vivir o morir. La cifra de contagio de VIH es de 13.6 % del total del pueblo indígena. También tuberculosis, enfermedades diarreicas, entre otras”, indicó.
Asimismo, el apu señaló que, de esa cifra, el 80 % son adolescentes desde los 12 años hasta jóvenes de 25. Además, el 30 % serían madres gestantes adolescentes.
“La mayor parte de los contagios de esta enfermedad es por abusos sexuales hacia adolescentes, de los cuales muchos quedan impunes. Es difícil enfrentar esta situación por falta de información y falta de accesibilidad (a la zona)«, remarcó.
Frente a esta situación, denunció una «falta de atención del Gobierno», ya que no solo «la mayoría de casos de violencia sexual están quedando prescritos», sino que habría un déficit alarmante de personal e insumos médicos que puedan cubrir las necesidades de la población de la zona.
15 médicos para 60 mil personas
Orrego Ikam resaltó que en su comunidad «no hay ni un solo insumo de tratamiento» para enfermedades como VIH, malaria, dengue y otras comunes en la zona, y que los establecimientos e insumos médicos son insuficientes.
«Tenemos 77 puestos de salud para una población de más de 60 mil personas y apenas tenemos 15 médicos, 35 obstetras y solo 30 licenciadas en enfermería. Los puestos de salud tienen apenas uno o dos técnicos enfermeros que cumplen el papel de todo: médico, obstetra, infectólogo. Y eso sin mencionar la falta de implementos», señaló.
«Estamos condenados a morir. Esta es una discriminación que los pueblos indígenas recibimos», agregó.
Con información de RPP